El verano comenzó oficialmente la semana pasada y los residentes de Rodanas ya empiezan a poner en marcha sus piscinas y a darse los primeros chapuzones. Para aquellos que no tienen piscina siempre les queda el recurso del manguerazo para refrescarse y mitigar los efectos del calor. Y para los más pequeños, otra opción muy socorrida es hacer una guerra de agua a base de pozales, pistolas de agua o globos. Pero si nuestra conciencia ecológica y de respeto medioambiental nos impide tirar el agua de esta manera, también podemos ir al bar a por un helado o una cervecica fresca.
Bien es cierto que Rodanas goza de un microclima, gracias al cual siempre corre una brisa fresca. Así, mientras en Zaragoza y en los pueblos que rodean a Rodanas, el sol abrasa a los peatones, en Rodanas casi siempre nos alivia un airecico rico. Este microclima tiene su origen en las estibaciones del Moncayo y hace que la temperatura de Rodanas sea uno o dos grados menor con respecto a los pueblos de alrededor y que haya más corrientes de aire. Ahora bien, cuando ‘Lorenzo’ pega bien, ni microclima ni nada, hasta las moscas desfallecen. Por eso recomendamos vivamente el chapuzón.
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