La imagen de la Virgen de Rodanas

Hoy queremos hacer mención a la Virgen de Rodanas, para lo cual nos apoyamos en la página 77 del libro “Guía para visitar los Santuarios Marianos de Aragón – María en los pueblos de España”, de Encuentro Ediciones, 1996, cuya portada viene a este blog.

"La imagen de la Virgen de Rodanas es de las más bonitas de todas las aparecidas en Aragón. De alabastro limpio, en el ropaje que le sirve como manto, lleva siete hermosas flores de Lis doradas. Está de pie y lleva en su brazo izquierdo al Niño, con una vestimenta tan corta que deja al descubierto los bracitos desde las rodillas hasta los pies; con la mano derecha, la Virgen sujeta a su Niño por las rodillas; su talla será de tres palmos, y se encuentra colocada en el altar mayor, en el mismo sitio en que desde generaciones antiguas todos los devotos han venido venerándola, el lugar exacto en el que fue entronizada el 7 de mayo de 1685 con gran solemnidad. La ornacina se cierra con una cristal finísimo que regaló a la Virgen el Marqués de Campo Real, Don Fernando de Sada. Tanto adorna el camarín de la Virgen este cierre que el arzobispo de Zaragoza, don Antonio Ibáñez de la Roba y Herrera, ordenó que se la visitera con manto alguno –son muchos y muy valiosos lo que posee-, sino que permaneciera con el que tiene de piedra dentro del fanal."

"El retablo del altar –hoy dorado- fue blando, regalado por Don Joaquín Narro y Vela, Infanzón de la Villa de Añón, en el Moncayo. Delante de la Virgen ardían dos lámparas de aceite, sin que jamás se hubiera notado el humo, ni que éste haya ennegrecido el techo del altar, como queriendo respetar los jeroglíficos y epítetos dedicados a Nuestra Señora. Estas lámparas fueron obsequio del hijo de Épila y Deán de la Colegiata de Calatayud, don José Gracián Serrano, y la segunda, regalo del Conde de Peralada, Don Ramón de Rocafull y Rocaberti. Dos hermosas y valiosísimas cornucopias y dos arañas de plata de singular hechura adornan la santa capilla de la Virgen de Rodanas."